El turismo de reuniones, enfocado en congresos, encuentros y actividades de negocio, se ha consolidado como uno de los pilares económicos de la capital catalana. El año pasado, únicamente en este sector se generó un impacto de 1.384,42 millones de euros, acercándose a la cifra récord de 2019 y confirmando la recuperación tras la pandemia.

Este volumen de ingresos se derivó de 1.968 eventos que congregaron a 734.818 delegados, de los cuales solo el 14,1 % procedía de España. También el aumento en el número de participantes marcó un hito histórico, impulsado especialmente por eventos del sector sanitario (27,3 %), seguido del académico (16,5 %) y del científico (15,4 %).

¿En qué sectores se producen más gastos?

La mayoría de los congresos tienen una duración de entre dos y tres días, aunque algunos pueden prolongarse hasta cinco jornadas. Por ello, el alojamiento acapara el 35,2 % del gasto total, mientras que un 32,4 % corresponde a otros servicios vinculados a la estancia.

Dentro de las reuniones corporativas, el 95,6 % se celebra en hoteles, lo que refuerza la importancia de este tipo de establecimientos. En el caso de los encuentros asociativos, los hoteles siguen siendo el principal escenario (30,4 %), seguidos de las universidades (25,1 %), los auditorios privados (11,3 %), el Palacio de Congresos (sede de los acontecimientos más relevantes de Barcelona, con un 10,6 %), los espacios singulares (9,1 %) y, por último, los hospitales (4,3 %).

Barcelona, destino preferente para la inversión

Estos datos explican por qué Barcelona acoge algunos de los eventos de mayor calado internacional y atrae la confianza de las empresas. La ciudad no solo funciona como un hub de negocios, sino que impulsa el desarrollo tecnológico y económico. Ejemplo de ello es el reciente proyecto para instalar una de las principales fabricas de inteligencia artificial de Europa en la ciudad, que refuerza su posición como centro de innovación.

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