Con motivo del 8 de marzo, día de las mujeres trabajadoras, Cáritas Barcelona quiere denunciar que las mujeres sufren una triple precariedad en materia laboral: sueldos más bajos, más paro y más parcialidad.

El rostro de la precariedad es el de una madre sola con hijos, con dificultades para conciliar la vida familiar y la laboral. 

El rostro de la precariedad es el de una madre sola con hijos, con dificultades para conciliar la vida familiar y la laboral. Cáritas Diocesana de Barcelona atiende una proporción de hogares a cargo de mujeres madres solas del 17%, que casi duplica la proporción que existe en la sociedad catalana (9%).

Estas madres han verbalizado que en muchos casos tienen que aceptar trabajos sin contrato para conciliar los horarios con el cuidado de los hijos. No pueden optar a trabajos decentes, lo que las hace sentir desprotegidas y humilladas. Esto provoca que solo el 23% de las mujeres solas con hijos atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona trabaje.

La tasa de pobreza relativa de la población catalana (19,2%), se dispara en el caso de las mujeres que son madres solas (40,4%)

La tasa de pobreza relativa de la población catalana (19,2%), se dispara en el caso de las mujeres que son madres solas (40,4%), y lo mismo para las mujeres de origen extranjero (42%).

En materia salarial, las mujeres trabajadoras tienen sueldos inferiores a los hombres. El salario bruto en Catalunya en 2015 era de 24.321 € al año. Sin embargo, el de los hombres era de 27.514€ y el de las mujeres de 20.946€ (Tabla 1).

La brecha salarial refleja la mayor precariedad laboral de las mujeres, la mayor dedicación horaria a las tareas del hogar (la llamada «doble jornada») y que la conciliación familiar recae en ellas con mayor frecuencia. Una de las consecuencias es que ocupen menos puestos de responsabilidad que los hombres (el llamado «techo de cristal»).

Respecto a la mayor precariedad laboral femenina, la mayor tasa de jornada parcial es una muestra: la parcialidad es mucho más acentuada en las mujeres y es muy pequeña en los hombres teniendo en cuenta los datos de estos últimos diez años.

Respecto a un mayor peso a la hora de conciliar vida familiar y laboral, son ellas las que más permisos o excedencias cogen para el cuidado de niños y personas mayores (Gráfico 2). Estos trabajos no son remunerados, y las afecta directamente en su empleabilidad después del parto. Si observamos las cifras de excedencias, las diferencias son enormes, lo que demuestra que cuando el hogar necesita tener cuidado de un familiar, las mujeres asumen toda la carga.

Ante esta situación, Cáritas Barcelona pide:

  • Una política de empleo más centrada en la mitad de la población, las mujeres, las más afectadas por la precariedad y la pobreza
  • Que los permisos de maternidad y paternidad disfruten de las mismas condiciones, para que no se penalice a las mujeres que tienen hijos
  • Una reforma del Salario Mínimo Interprofesional, hasta 1.000€ mensuales

 

TBS Barcelona, universidad con corazón:

Como escuela de negocios en Barcelona, TBS colabora con Càritas Barcelona dentro de su programa Universidades con Corazón. Tanto la ONG como la escuela creen en la necesidad de formar a los alumnos más allá del ámbito académico: “Se trata también de hacer crecer su parte humana, los valores que después regirán en su actuación profesional”, afirma Cáritas en su programa.

El blog de TBS Barcelona, Esencial Blog, difunde noticias proporcionadas por Càritas sobre problemáticas sociales como parte de las acciones de sensibilización del programa Universidades con Corazón.

 


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