¿Ha tomado la felicidad importancia en el mundo laboral hoy en día? ¿Es necesario el papel de un Manager de la Felicidad o se trata solo de una moda pasajera? El segundo evento de la serie de TBS Business Debates – que se celebró el pasado 6 de febrero – intentó dar respuesta a estas preguntas con una mesa redonda moderada por Başak Canboy, profesora de Recursos Humanos en el campus de Barcelona. Los invitados esta vez fueron Silvia Vílchez, Interim Manager en Change Management, y Jordi Quoidbach, profesor asociado del Departamento de Dirección de Personas y Organización en ESADE Business School.

Son muchos los estudios que aseguran que un ambiente de trabajo relajado y agradable aumenta la productividad de los trabajadores y, por lo tanto, de la empresa en general. Entre ellos destaca el Ranking Best Workplaces de la consultora Great Place to Work, que ayuda a las compañías a implantar una cultura empresarial y organizacional que les permita conseguir sus objetivos estratégicos y mejorar frente la competencia. De hecho, la consultora ha comprobado que los trabajadores rinden más felices y eficientes si sienten que sus jefes valoran su trabajo y tienen en cuenta sus opiniones.

En ese sentido, Vílchez considera que la compañía debe ser la encargada de «construir normas fuertes y relaciones sanas que generen un buen ambiente de trabajo». A pesar de ser Directora Interina de Gestión del Cambio y tener muchos años de experiencia como Directora de Recursos Humanos Corporativos con un enfoque especial en la felicidad en el trabajo, Vílchez no se considera una Manager de la FelicidadDe hecho, confiesa que no le gusta este término: «Tu felicidad es algo difícil, incluye muchos aspectos de tu vida y de tu personalidad […] Pero yo, como profesional, no quiero tener la responsabilidad de tus sentimientos». La solución, según Vílchez, pasa por allanar unos caminos que conduzcan a la comodidad de los empleados y «ofrecer un ambiente donde los trabajadores se conviertan en la mejor versión de ellos mismos»

Por su parte, Quoidbach es profesor asociado del Departamento de Dirección de Personas y Organización de ESADE Business School, y lleva a cabo investigaciones sobre las emociones y la toma de decisiones, incluyendo numerosas publicaciones académicas sobre la felicidad. Empezó a estudiar este ámbito después de comprobar, durante su Doctorado, que nunca se preguntaba a los empleados sobre aquellos aspectos que los hacen felices. «Siempre hay preguntas sobre cómo gestionar la ira, los nervios o las situaciones que te asustan, pero nunca sobre qué hace la gente cuando consigue un ascenso en su puesto de trabajo», señala Quoidbahc. 

¿Cómo detectamos, entonces, si los trabajadores están felices con su empleo? Según Quoidbach, la felicidad tiene un componente de satisfacción, en el sentido que «estás satisfecho porque tu situación de empleo se acerca bastante a tu ideal de felicidad, o porque estás feliz con tus condiciones y expectativas laborales». Pero el profesor considera que la definición va más allá de pura satisfacción, y sitúa a los sentimientos y emociones como principales indicadores: «La felicidad tiene que ver también en cómo se siente una persona, […] en si se siente bien o mal en el momento preciso en que cruza la puerta de su oficina».

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