Estudiantes de intercambio crean un proyecto para donar los objetos que no van a regresar con ellos de vuelta a sus hogares

Todos los años miles de estudiantes abandonan temporalmente sus países de origen para instalarse en otras ciudades alrededor del mundo, que se convertirán en su nuevo hogar por unos meses o, incluso, años. Durante este proceso de intercambio se generan toneladas de basura que tienen un impacto considerable en el medio ambiente. Con el fin de reducir este despilfarro, el año pasado nació WeExchange, una iniciativa benéfica global que apela a los estudiantes de intercambio a donar los bienes que aún tienen utilidad y que no regresaran con ellos a sus casas.

El objetivo final es donar aquellos artículos usados y suministros de cocina a las personas que más lo necesitan, para disminuir la cantidad de residuos que mueren en los vertederos a la vez que se aligera el peso de los equipajes de los estudiantes. Hemos hablado con Sonia Vinogradova, estudiante de intercambio proveniente de Ottawa (Canadá), para que nos cuente más acerca de la iniciativa. Ella es alumna de tercer año de Bachelor en TBS Education en Barcelona y la cara visible de WeExchange en la ciudad condal.

¿Cómo nace WeExchange?

Mi amiga Katya Berez, creadora de la iniciativa, se encontraba de intercambio en Italia el año pasado. En el momento de hacer las maletas para regresar a su casa, comprobó que durante ese tiempo había comprado muchas cosas, como sábanas, que no se llevaría de vuelta con ella. Pensó que probablemente no solo le pasaría a ella y preguntó a sus amigos. La situación se repetía, tampoco sabían qué hacer con todas esas cosas.

Si a todos los estudiantes de intercambio les sucedía algo parecido, Katya creyó que sería una buena oportunidad organizar una donación o una recolecta y evitar así que estos objetos terminaran en un vertedero. Yo soy estudiante de doble grado y voy a estar todo el año en Barcelona, los dos semestres, de manera que seguramente doblaré el impacto. Así que, cuando vi la iniciativa, me pareció una buena idea y quise expandirla también por España. Este va a ser su primer año en Barcelona.

¿Cuál es la filosofía de la iniciativa?

Los estudiantes de intercambio somos muy afortunados de poder ir a estudiar a otra ciudad, visitarla y vivir en ella durante un tiempo. Pero hay mucha gente de aquí que necesita más ayuda, y nosotros nos aprovechamos de su ciudad. Queremos que aquellas personas que carecen de recursos reciban ayuda de la misma ciudad que nos ha acogido a nosotros.

A veces recibimos preguntas como “¿por qué no donáis estos objetos a futuros estudiantes de intercambio?”. Pero, si nos podemos permitir un billete de avión y el coste total del intercambio, también nos podemos permitir comprar estas pequeñas cosas. No queremos beneficiar a los ya privilegiados.

¿Cómo se puede donar?

En diciembre, instalamos en la recepción de la escuela una caja donde quien quisiera podía dejar aquellas cosas que ya no iba a usar, como sábanas, utensilios de cocina, muebles o ropa. El viernes 20 de diciembre nos encontramos unos cuantos amigos para cerrar la donación. Estamos muy contentos y espero poder replicarlo el segundo semestre en otras universidades.

¿Con qué organización benéfica colaboráis?

La misma escuela nos proporcionó el contacto de Cáritas. Delphine Arnau, la Responsable de Relaciones con Empresas, consideró que Cáritas era la mejor opción y, además, se ubica cerca de la escuela. Este es otro punto a tener en cuenta: tenemos que ser capaces de entregar los objetos.

¿WeExchange se encuentra en más ciudades?

Sí, estamos presentes en Milán, Berlín, Madrid, Ottawa y Barcelona. También en el país de Chile. En nuestro perfil de Instagram colgamos todas las fotos de los eventos que hacemos en todas estas ciudades.

Los estudiantes de intercambio, ¿se implican realmente en el proyecto?

La respuesta que estamos recibiendo es muy positiva. Me escribe mucha gente preguntando cómo puede participar y qué cosas puede donar. Me enorgullece que la gente realmente se interese por WeExchange. Por eso, vamos a recoger las firmas de todas aquellas personas que participen y, al final, tener una especie de cartel con todos aquellos que han colaborado. Además, haremos un recuento de todo el material recogido.

Y de las organizaciones benéficas con que colaboráis ¿habéis recibido ya algún tipo de balance?

Aún no, ya que estamos estudiando la logística del proyecto. Los visitaremos el segundo semestre para trabajar codo con codo con ellos y observar el impacto directo de nuestras aportaciones. Queremos conocer la gente que trabaja en ellas y, sobretodo, los últimos beneficiarios del proyecto.

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